Aquí va algo para reflexionar:
Trece Criterios de Salud Psicológica
Compartidos en Facebook por el Instituto de Terapia Racional Emotiva ITRE
Lima Perú
- Arriesgarse: La gente saludable emocionalmente tiende a aceptar riesgos e intenta hacer lo que pretenden, incluso cuando hay muchas probabilidades de que fracasen. Son aventureros pero no temerarios.
- Comprometerse en ocupaciones creativas: Para la mayoría de personas resulta saludable y satisfactorio implicarse de forma vital en algo fuera de sí mismos, así como tener al menos algún interés creativo. En ciertos individuos este interés es de tipo humanitario y lo consideran tan importante que organizan a su alrededor buena parte de sus vidas.
- Interés Social: El interés social es racional y positivo, porque la mayoría de las personas optan por vivir y pasarla bien en la comunidad y grupo social; actúan moralmente, protegen los derechos de los demás, y favorecen la vida en sociedad, es poco probable que lleguen a crear esa clase de mundo en el que ellos mismos puedan vivir cómoda y felizmente.
- Interés en Si mismo: Las personas sensatas y estables emocionalmente suelen interesarse en primer lugar por sí mismas, y colocan sus propios intereses al menos un poco por encima de los intereses de los demás. Se sacrifican hasta cierto punto por aquellos a quienes quieren, pero sin que esto les anule.
- Flexibilidad: La gente madura suele tener ideas flexibles, abiertas al cambio, pluralistas y no fanáticas cuando emite opiniones sobre los otros. No dictan reglas fijas y rígidas para sí mismos ni para los demás.
- Aceptación a la incertidumbre: Los hombres y mujeres sanos aceptan la idea de que vivimos en un mundo de probabilidades y en continuo cambio, donde no existe la certeza absoluta y probablemente nunca existirá. Se han dado cuenta de que vivir en este mundo de incertidumbre y probabilidades no es horrible, y a menudo, resulta fascinante. Les gusta que haya un orden pero no exigen saber con exactitud lo que les deparará el futuro y qué les puede llegar a suceder.
- Antiutopía: Se acepta el hecho de que las utopías son inalcanzables y de que nunca conseguirán todo lo que quieren, ni podrán evitar todo el dolor. Piensan que es poco sano esforzarse por alcanzar el placer, felicidad y perfección totales, o la total falta de ansiedad, depresión, descontento y hostilidad.
- Pensamiento científico: Las personas tienden a ser más objetivas y racionales, son capaces de tener sentimientos profundos y de actuar correctamente, pero también regulan sus acciones y emociones reflexionando sobre ellas y evaluando sus consecuencias según sus metas a corto y largo plazo.
- Hedonismo de larga duración: Las personas bien adaptadas aspiran a conseguir los placeres del presente y del futuro pero no suelen sacrificar el mañana por el bienestar pasajero de un momento. Son hedonistas, esto significa que buscan la felicidad y evitan el dolor, pero tienen asumido que no van a vivir eternamente y que es mejor pensar a la vez en el hoy y en el mañana, sin obsesionarse con las gratificaciones inmediatas.
- Alta tolerancia a la frustración: Los individuos racionales se otorgan a sí mismos y a los demás el derecho a equivocarse. Se abstienen de condenarse o de condenar a otros como personas, por un comportamiento inaceptable u ofensivo, incluso aunque les desagrade mucho su propia conducta o la de los demás. Las personas que no se atormentan por un fuerte distress emocional, siguen la línea de St. Francis y Reinhold Niebuhr, cambiando las condiciones adversas que sean susceptibles de modificarse, y aceptando las que no pueden cambiarse, y teniendo la sabiduría de diferenciar las dos cosas
- La propia responsabilidad de sus alteraciones emocionales: Los individuos sanos aceptan la gran parte de responsabilidad que tienen en sus propias alteraciones, en lugar de echar la culpa de forma defensiva a los demás o a las condiciones sociales por sus conductas, pensamientos y sentimientos autodestructores.
- Autodirección: La gente sana asume la responsabilidad de su vida a la vez que coopera con los demás. Este tipo de personas no piden ni necesitan demasiada ayuda de los otros.
- Autoaceptación: Ellis A. (1960) Las personas sanas se alegran de estar vivas y se aceptan a sí mismas simplemente por el hecho de vivir y tener la capacidad de disfrutar de la vida. Rechazan la idea de medir lo que valen por sus logros externos o por lo que los demás piensan. Han elegido aceptarse a sí mismas incondicionalmente, e intentar no evaluarse. Prefieren pasarla bien más que ponerse a prueba.
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